Repetir un éxito

Mentiras y gordas, Al final del camino o Fuga de cerebros son tan sólo algunos ejemplos de películas españolas que han utilizado una nueva táctica para escapar de la crisis del cine. Se trata de la utilización de jóvenes actores triunfadores en televisión para protagonizar sus películas. De esta manera, captan fácilmente al público femenino adolescente y ya tienen unas cuantas entradas aseguradas. Ellos, los actores y actrices, son simplemente una imagen, un producto, que ofrecen su cara y, su arte, no dudo que lo tengas, para darle dinero a las productoras y a todos los que trabajan con ellos.
Hugo Silva y Mario Casas de Los hombres de Paco, Amaia Salamanca de Sin tetas no hay paraíso, Ana de Armas y Yon González del Internado, Fernando Tejero y Malena Alterio de la antigua Aquí no hay quién viva, Ana María Polvorosa de Aída, Alejo Sauras de Los Serrano, Alberto Amarilla de Acusados,... todos y cada uno de ellos son jóvenes, atraen a los chicos y a las chicas, destacan dentro de las series en las que aparecen y los puedes encontrar en las carpetas que cualquier quinceañera lleva en sus brazos.
Esta táctica no es nueva, aunque sí pueda destacar ahora más en el cine, pero mucho antes era utilizada por las revistas para adolescentes que embadurnaban las paredes de sus dormitorios con posters de sus actores y cantantes preferidos. Ahora dos empresas culturales distintas pero basadas en la imagen, las series de televisión y los filmes, utilizan a los mismos actores para ser gancho para un público que cada vez va menos al cine, ¿tendrá éxito esta fórmula? De momento, Fuga de cerebros lleva recaudados en tres semanas 3.985.040 € y se mantiene esta semana entre las cuatro películas más vistas.